Todos los cultivos requieren una estrategia de fertilización que permitan cumplir los objetivos de producción, tanto en kilos por hectárea como en calidad. Es una realidad que no permite excluir a ningún cultivo, ni siquiera al girasol.
El técnico de Fertifluid Vicente Belda apunta que esta reflexión es especialmente válida en un año como este, ya que en el mercado se está pagando más de cien euros por encima del precio del año pasado.
Para una correcta fertilización del girasol se recomienda hacer un buen abonado de fondo. Además, en el caso del regadío también se recomienda una cobertera antes de la formación del capítulo.
Esa labor, además de nitrógeno, puede incluir elementos como boro o molibdeno, lo que ayudará a la formación de esa inflorescencia en la que se desarrollarán las flores del girasol.
Esta apuesta por la fertilización del girasol va calando entre los agricultores y en los últimos años son más los que apuestan por realizarla. “El agricultor va siendo consciente de que abonar es una inversión”, recalca el técnico de Fertifluid. También en girasol.